

La evolución del terror se disparó en el siglo XXI, cuando los medios de streaming popularizaron el género con el éxito de películas como Saw, Halloween, El resplandor y franquicias populares como la serie Destino final. Películas independientes como Get Out, de Blumhouse Productions, Hereditary, de A24, y Longlegs, de Neon, también han sido grandes éxitos de taquilla.
Del slasher a lo sobrenatural, existen múltiples subgéneros dentro de la temática de terror más amplia, incluyendo películas góticas como Nosferatu de Robert Egger, horrores indie como Hereditary y The Witch de A24 u horrores religiosos como Heretic y The Conjuring.
Algunas de las mejores producciones de terror se caracterizan a menudo por una cinematografía artística y un enfoque centrado en la exploración de las profundidades psicológicas de sus personajes principales. La ambigüedad es también un tema recurrente, y muchas producciones dejan al público especulando sobre el verdadero final y los entresijos de la trama.
Independientemente del subgénero, algo que une a todas las películas de terror de éxito y a los tráilers impactantes es la música. La música es un poderoso vehículo para transmitir el miedo, el trauma psicológico y el suspense.
Por ejemplo, la atmósfera inquietante y paranormal de Heretic, de A24, se alimenta de un inquietante paisaje sonoro texturizado de instrumentos de viento, sonidos zumbones y reverberaciones quejumbrosas, que elevan el tormento y la incertidumbre de cada escena. Por su parte, la película de terror folk Midsommar opta por una partitura más etérea pero disonante, con incómodos cambios tonales, inesperados cambios de tonalidad y agudos instrumentos de cuerda que realzan el ambiente onírico pero amenazador.
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